- Evaluar de forma general tu estado de salud.
- Detectar factores constitucionales o      adquiridos que puedan considerarse de riesgo.
- Estudio de la capacidad funcional y la      respuesta al esfuerzo.
- Establecer, si existieran, contraindicaciones      permanentes o temporales, absolutas o relativas.
- Individualizar el programa de ejercicio o      entrenamiento.
- Crear un entorno de promoción de la salud      general y deportiva.